Peñacastillo y la cueva del tesoro
"Las leyendas por lo general se transmiten de boca a oreja. Pero no siempre. La leyenda de Peñacastillo quedó recogida en las Bienandanzas e Fortunas escritas a finales del siglo XV por Lope García de Salazar.
Este autor narra como el obispo de Granada, huyendo de la invasión musulmana, llegó a Santander y enterró en una cueva de la Peña del Castillo un tesoro fabuloso. Sólo hubo un testigo, el esclavo que le ayudó a enterrarlo. Los dos murieron de forma repentina, obispo y esclavo, pero no antes de que este último pudiera decírselo a sus hijos, que, debido a su condición, no podían viajar a Santander y hacerse con él.
Mientras tanto, en la peña se había instalado un tal Pico de Casio que durante varias noches soñó que a la Puerta de Triana, en la recién conquistada Sevilla, "fallaba mucho algo", es decir, que se enriquecía. Ni corto ni perezoso, emprendió camino a Sevilla y, una vez en el lugar del sueño, conoció a un esclavo que le dijo que si le pagaba su libertad, él le enseñaba dónde estaba el tesoro que enterró su padre. Llegaron a un acuerdo y Pico de Casio lo encontró en una cueva que, gracias a otra versión de la leyenda recogida en un documento consultado por Enrique Leguina en el Archivo del Museo Británico, es muy probable se trate de la Cueva de San Andrés, más adelante conocida como Cueva de Loreto, desaparecida a causa de la cantera."
(Texto del calendario de Las raíces del Medio Ambiente 2011)
Otra versión de la leyenda cuenta como un descendiente de aquel esclavo del obispo de Granada, se encontró en Sevilla con un hombre que venía de Santander y le ofreció información sobre el tesoro a cambio de su libertad, (cosa que no contradice la versión anterior). Crece la leyenda con la supuesta existencia de una sierpe, mitad serpiente mitad hombre, que custodiaba el tesoro escondido en la gruta.
También se habla de un italiano llamado Antonio María Romano, (el protagonista del anterior relato era Pico de Casio), que llegó a Peñacastillo haciendo investigaciones en la zona y que fue apresado por espionaje. Luego el rey Felipe II, enterado de la existencia del tesoro, pagó una expedición y liberó al italiano (que según esta versión se trataba de un hechicero) para conjurar al monstruo y hacerse con el tesoro. Dicen... que cuando el italiano entró en aquella cueva y se topó con la sierpe, fue tal su miedo, que huyó despavorido y nunca más se supo de él.
Unos dicen que sobre la cueva se edificó la iglesia, otros que desapareció con la cantera. ¿Leyenda? o ¿historia sacada de un libro de cuentos, tal vez versión española de las Mil y una Noches? Quién sabe...
Así comienza Lope García de Salazar la relación de lo que a su noticia había llegado del origen e historia del linaje de Escalante, que era "en la villa de Santander:
"El linaje de Escalante, su fundamiento fue de Escalante, de unas paredes derribadas fuera de la villa de Escalante, e aquel que de allí fue a poblar en Santander sucedió a un Arcipreste de Santander que llamaban don Iñigo Trecha, que valió mucho, e fue buen perlado e honrado, e ganó mucho algo, hobo fijos, e el mayor caso con fija de Pico de Casio, que moraba cabe la peña e castillo, que era un buen ome, ganador, que hallo mucho oro e plata so la tierra en un sepulcro por gracia de ventura ... "
Y así relata el mismo Lope García de Salazar, la leyenda de Peñacastillo en su obra "Bienandanzas e fortunas" escrita en el siglo XV:
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