No sabía que hacer y abrí mi primera carpeta de este año, 2017.
Sardinero. Santander.
Corocotta.
Corocotta fue un personaje de la Antigüedad (siglo I a. C.), de cuya existencia conocemos por una sola cita, del historiador romano Dión Casio que, según la traducción más difundida, dice así:
"Irritóse tanto [Augusto] al principio contra un tal Corocotta, ladrón hispano muy poderoso, que hizo pregonar una recompensa de doscientos mil sestercios a quien lo apresase; pero más tarde, como se le presentase espontáneamente, no solo no le hizo ningún daño, sino que encima le regaló aquella suma."
Dión Casio 56, 43, 3 (traducción de A. Schulten en Fontes Hispaniae Antiquae, vol. V, Barcelona, 1940, p. 335)
y esa historia no dice más, yo si.
Nunca me interesó la Historia, pero sí las historias. Fue una asignatura que se me "atravesó" en mi época de estudiante, no por difícil sino por falta de interés. No comprendía por qué debía aprenderme fechas y nombres de un tiempo pasado que a nada habrían de conducirme en un futuro. Pero sí me gustaban las historias, los hechos, "como en un cuento" decía yo, omitía adrede las fechas y los nombres (que consideraba inútil aprenderme) y me quedaba con un resumen a mi manera de lo que ocurrió...o lo que los libros de texto contaban que ocurrió.
Sardinero. Santander
La estatua de Corocotta está situada en el Sardinero, en lo alto de una roca, mirando al mar.
Dudo mucho que el valiente guerrero cántabro del que habla la leyenda tuviera tiempo de mirar el mar, ni oportunidad de conocerlo siquiera....pero es un símbolo.
Vivimos una época en que, quizá cansados de todo, necesitamos creer en lo que sea. Idealizar o indagar. Buscar una identidad. Rebuscamos así en el pasado en busca de leyendas, de mitos, de héroes, de tradiciones, creyendo o queriendo que nos identifiquen.
Por un lado los pueblos evolucionan hacia nuevas tecnologías, inventos, progreso, industria,...y por otra parte tienden a rescatar, resucitar, viejas lenguas, tradiciones, usos o costumbres.
Corocotta se convirtió en un mito, la personificación del espíritu bravo e indómito de los cántabros.
Dejo para la gente entendida y estudiosa del tema las teorías de si este personaje fue real o no. Si su existencia pudo ser determinante en la historia de los pueblos cántabros. Si debió vivir en el siglo I a.C. o por los acontecimientos relatados en esa crónica deberíamos situarlo más tarde en el s.I d.C.. O si su origen era cántabro o astur.
Las guerras cántabras si fueron un hecho, aquellos enfrentamientos tuvieron lugar entre los años 29 y 19 a. C. entre el Imperio romano y los distintos pueblos astures y cántabros que habitaban los territorios del norte de la península ibérica.
Peña Amaya. Burgos
La lectura del libro "Las Guerras Cántabras" de Jose Manuel Campo Crespo, despertó en mi una curiosidad que hasta entonces no se me había planteado, esa otra parte de la historia que narran las montañas. La Peña Amaya, último bastión de la resistencia de los cántabros ante los romanos.
Me encanta la montaña y sentí la necesidad de subir allí para tratar de imaginar como pudieron ser aquellas batallas.
Peña Amaya. Burgos
10 diciembre 2016
No me atrevo a imaginar lo que esos cántabros y astures pensarían, mientras esperaban atrincherados en estos páramos, viendo como cientos, miles, de soldados de las legiones romanas, avanzaban y acampaban en esas llanuras, con el único objetivo de atacar, de librar la última y más dura de las batallas, después...todo se perdería.
"Sub occasu pacata erat fere omnis Hispania, nisi quam Pyrenaei desinentis scopulis inhaerentem Citerior adluebat Oceanus. Hic duae validissimae gentes, Cantabri et Astures, inmunes imperii agitabant."
En el occidente estaba ya en paz casi toda Hispania, excepto la parte de la Citerior, pegada a los riscos del extremo del Pirineo, acariciados por el océano. Aquí se agitaban dos pueblos muy poderosos, los cántabros y los astures, no sometidos al Imperio.
Lucio Anneo Floro, historiador romano del siglo I-II
Peña Amaya. Burgos
10 diciembre 2016
"Dos pueblos muy poderosos..." , valientes y bravos guerreros, al amparo de las montañas, de los muros de piedra y del agreste paisaje del norte que dificultaba el avance de las tropas invasoras.
Se habla de la fiereza y la bravura de estos guerreros, de una raza indómita que prefería la muerte antes que sucumbir...
Se dice, que realmente el motivo de que estos pueblos fueran los últimos en ser sometidos, se debe más al poco valor que estas tierras montañosas tenían para los romanos, al ser poco aptas para la agricultura, que a la fiera resistencia de sus pobladores...
Se cuenta, que el propio emperador Augusto se desplazó desde Roma a estas tierras para liderar él mismo la batalla, tal vez por satisfacer su orgullo personal, el de no dejar un centímetro de territorio sin doblegar bajo su Imperio.
En ese contexto histórico, los poblados cántabros, llegaban, por el oeste, hasta el actual río Sella, hoy en territorio asturiano, bajando hacia el sur hasta sus fuentes en el Valle de Sajambre; por el sur sobresalía la ciudad naturalmente fortificada de Peña Amaya (hoy en tierra de Burgos) y por el este sus límites llegaban hasta la ría de Oriñón, desembocadura del río Agüera, entre las poblaciones de Guriezo y Castro Urdiales, próximas al actual límite con Vizcaya, entonces territorio autrigón
Peña Amaya. Burgos
10 diciembre 2016
El castro de los cántabros en la Peña Amaya.
"En la Peña Amaya se instaló un importante castro de los Cántabros, pueblo celta proveniente de la Europa central (año 900 a. C.) perteneciente de la tribu de los Blendios. Los castros eran poblados fortificados cuyas viviendas se disponían sin formar calles, de manera aparentemente ordenada y protegidas por murallas. La planta de las viviendas eran originalmente circulares, sin esquinas, con muros de piedra que podían ser de 60 cm. de grosor y 5 m de diámetro. Estancias tan pequeñas solo servían para hacer vida familiar, comer y dormir, ya que la vida comunitaria se desarrollaba siempre al aire libre."
La Peña Amaya
"es una atalaya rocosa de 1.377 m. de altitud que con sus grandes peñascos y farallones marca el final de la meseta castellana, y que por su importancia estratégica y defensiva y por su inaccesibilidad ha sido habitada en la antigüedad por numerosos pueblos, habiéndose documentado testimonios de su ocupación desde la Edad de Bronce (hace unos 3.000 años) hasta bien entrada la Edad Media)"
Monte Cildá desde la Horadada. Palencia
03 agosto 2014
Las crónicas de las guerras cántabras me llevan al Cildá, monte que aún no he visitado, pero que se localiza a orillas del río Pisuerga donde se forma el cañón llamado de la Horadada, ahi si he estado y rebuscando en mis carpetas, visualizo por fin el Monte Cildá.
Cañón de La Horadada y Monte Cildá . Palencia
03 agosto 2014
En el 26 a. C .los pueblos del Norte continuaban independientes; al menos, los cántabros, que, según los textos antiguos, eran los más rebeldes. Ello motivó que el propio Augusto se trasladara a Hispania y al frente de los ejércitos iniciara la importante campaña contra los cántabros. Augusto avanzó desde Segisama a Pisorica (Herrera de Pisuerga) y tomó el castro de Peña Amaya, al asalto. Hay una cruenta batalla en la llanura de Vellica cercana al monte Cildá (entre Olleros de Pisuerga y Mave, Palencia) un gran ejército unido de cántabros y astures intentó expulsar al gran enemigo, pero las legiones I Augusta y la III Macedónica. apoyadas por la IX Hispana. consiguen después de un duro combate derrotar a la confederación celta. Los supervivientes, se refugiaron en el castro de Monte Bernorio (cerca de Aguilar), y Octavio puso cerco al castro y entró en la ciudad que estos protegían y tras ver que no queda nadie con vida más que los niños y mujeres, que fueron esclavizados, ordenó quemarlo y convertirlo en cenizas.
La localización exacta de Vellica es incierta, algunos historiadores la sitúan en la zona de Riaño (León), o de Espinosa de los Monteros (Burgos). Según Joaquín González Echegaray, esta ciudad se correspondería con la fortificación de Monte Cildá, «donde apareció una inscripción que cita al clan de los Vellicum», y que «tuvo que ser conquistada por los romanos al penetrar desde el sur, después del castro de Peña Amaya y antes de Monte Bernorio»
Quede para los expertos el tema de las localizaciones exactas. deduzco dos cosas de mi lectura de las diversas informaciones que encuentro, (sobre todo en internet):
1. casi todas las fuentes cuentan lo mismo, un "copia y pega" de determinados estudios, algunas citas de historiadores romanos, y cada cual adorna su artículo con unas u otras palabras, según su propio estilo o finalidad, más ameno, más serio, más literario, o más tipo crónica.
2. como ya apunté al principio, hay una especie de "pugna" generalizada por atribuirnos una "identidad histórica", Galicia, León, Asturias, Palencia, Cantabria, Burgos,....En cualquiera de los casos, la montaña, la Cordillera Cantábrica, esa tierra casi salvaje e inhóspita, que por la dificultad de su orografía debió dar tantos quebraderos de cabeza a los romanos.
Espina del Gállego (entre Iguña y Toranzo) Cantabria
27 noviembre 2016
Castro de la Espina del Gállego
"El castro estaba fortificado con tres líneas de muralla de las que se conservan los derrumbes. Los campamentos romanos que lo rodean indican que los cántabros ofrecieron aqui una fuerte resistencia a la invasión romana en dirección a la costa, que tuvo lugar en el año 25 a. C. (campaña de Cayo Antistio Veto). Ese año el ejército de la Tarraconense penetró desde el sur por este cordal montañoso y tomó la fortaleza. El ejército romano dejó en ella una guarnición que construyó el barracón de la acrópolis y rehizo las defensas."
(datos del panel informativo)
Se cree que el ejército romano habría avanzado por lo alto del cordal y acampó en una cumbre situada 2,5 kilómetros al sur. Se trata de Cildá, un campamento de campaña defendido por un perímetro en planta de naipe formado por una fosa y un terraplén (agger), sobre el que se clavaban unas estacas portátiles de doble punta conocidas como pila muralis. Su extensión total era de 22 hectáreas, con un recinto central rectangular de cinco hectáreas y, hacia el noroeste, en dirección al castro asediado, una prolongación de las defensas con una fosa doble; hacia el sur hay otro añadido de planta triangular que abarca el resto de la cumbre.
Plaza de Segisama. Sasamón. Burgos
01 julio 2017
Más cosas que aprendí de mi lectura, nombres, qué manía de cambiar los nombres a las cosas, Segisama, el lugar de donde partieron las tropas romanas al mando de Augusto. Actualmente se llama Sasamón.
Puente romano de San Miguel, Sasamón. Burgos
01 julio 2017
Sasamón, la antigua Segisama Iulia, fue campamento romano de Augusto durante las guerras cántabras. Para poder internarse en Cantabria, el ejército romano tuvo que conquistar antes los grandes poblados fortificados de la Cantabria meridional. Las primeras operaciones para someter a los cántabros del sur tendrían lugar durante el gran ataque en tres columnas, en el año 26 a. C., que partió de Segisama (Burgos), al mando del propio emperador Augusto y de Cayo Antistio Veto, legado imperial de la Tarraconense.
Herrera de Pisuerga. Palencia
15 junio 2014
Otro nombre, Pisoraca, hoy conocida como Herrera de Pisuerga. Según algunos autores, (que como ya dije antes, no todos los estudiosos del tema se ponen de acuerdo en estas localizaciones), fue asentamiento de la Legio IV Macedonica entre el 20 a. C. y el 40 d. C. durante la lucha de César Augusto por someter a los cántabros y romanizar sus posesiones.
Villa romana La Olmeda- Pedrosa de la Vega. Palencia
15 junio 2014
Cuando el emperador Augusto en persona acudió a Hispania (26 a. C.) para asumir el mando del ejército que cargaría contra los últimos rebeldes en las guerras cántabras, estableció la Legio IV Macedónica en Segisama (actual Sasamón, Burgos), siendo Pisoraca (Herrera de Pisuerga) lugar de paso obligado en sus ataques a los cercanos castros cántabros de Monte Cildá y Monte Bernorio. Tras la pacificación de la zona, y según los estudios realizados por la IE Universidad, los 6.000 legionarios de la Legio IV se establecieron en Pisoraca (19 a. C.), adquiriendo ésta gran protagonismo, y se mantuvieron allí hasta el 40 d.C
castro del Monte Cildá. Palencia
25 noviembre 2017
Regreso en este punto al Cildá, que si antes no lo conocía, ahora sí.
Castro del Monte Cildá
El oppidum del monte Cildá se sitúa sobre una muela caliza a orillas del río Pisuerga y tiene una superficie aproximada de 12 hectáreas.
Las primeras excavaciones arqueológicas se realizaron en 1891 y en ellas se descubrió parte de la muralla y se localizó una treintena de estelas funerarias de época romana (siglo III d.C.). Posteriormente, parte del yacimiento fue excavado entre 1963 y 1969, recogiéndose material de sumo interés y dejando simplemente insinuadas ciertas partes de la muralla. Una nueva excavación se abordó en 2002. La epigrafía encontrada en Monte Cildá es la más numerosa de la encontrada en toda la zona, tanto estelas sepulcrales como aras e inscripciones honoríficas.
vista del Monte Bernorio desde el Cildá. Palencia
25 noviembre 2017
Desde lo alto de Cildá, localizo a lo lejos lo que, ahora si, casi con toda seguridad, puedo decir es el Monte Bernorio (pendiente de visitar)
Monte Bernorio
En el siglo I a. C., el Imperio romano comenzó su asalto definitivo a los territorios dominados por cántabros y astures, llevado a cabo por el emperador César Augusto.
Cerca de Pomar de Valdivia se hallaron los restos de un campamento romano, uno de los más grandes de Europa, desde el cual se cree se llevó a cabo el ataque y destrucción de la fortaleza de Monte Bernorio, a cargo de la poderosa Legio IIII Macedónica.
Eduardo Peralta Labrador, arqueólogo e historiador español, mantiene que por las dimensiones de este campamento, tuvo que ser ocupado, como mínimo, por dos legiones. La gran cantidad de proyectiles de artillería romana hallados en la zona dejan constancia de que el asedio a que fue sometido el castro se produjo a gran escala, como lo prueban las puntas de flecha, puntas de proyectil de ballesta y bolas de piedra de distintos calibres encontrados. También se han encontrado evidencias de que el núcleo principal fue destruido por un incendio, posiblemente provocado tras su toma.
Julióbriga (Iolóbriga). Retortillo. Cantabria
30 junio 2012
Julióbriga (en latín Iuliobriga), literalmente "Ciudad fortificada de Julio", en memoria de Cayo Julio César. Fue la ciudad romana más importante de las nueve encontradas en Cantabria. fundada entre los años 15 a 13 a. C. por la Legio IV Macedónica romana, al final de las guerras cántabras, posiblemente sobre un castro cántabro preexistente.
De Julióbriga partía una calzada romana que la comunicaba con Pisoraca (Herrera de Pisuerga), Portus Blendium (Suances) y Portus Victoriae Iuliobrigensium (Santander)
Aracillum fue una ciudad cántabra fortificada, escenario de la tercera de las grandes batallas de las guerras cántabras (año 26 a. C. según la cronología de E. Martino) entre el Imperio romano y tribus indígenas cántabras. Estaría situada en territorio de la actual Cantabria, con dos posibles emplazamientos: Aradillos, en las cercanías de Reinosa y la ciudad romana de Julióbriga; el segundo posible emplazamiento sería el castro de la Espina del Gallego, en la Sierra del Escudo. Según la historiografía romana perteneció a los blendios.
Las Médulas. El Bierzo. León
31 diciembre 2012
Monte Medulio
Llegamos quizá al monte más polémico en cuanto a su localización. El monte Medulio es, según las fuentes clásicas, el lugar en donde transcurrió la batalla de los últimos guerreros galaicos, cántabros y astures en el año 22 a. C. frente a las legiones romanas de Cayo Furnio y Publio Carisio, y donde los últimos guerreros resistentes se suicidaron durante el sitio.
"Por último tuvo lugar el asedio del Monte Medullio, sobre el cual, después de haberlo cercado con un foso continuo de quince millas, avanzaron a un tiempo los romanos por todas partes. Cuando los bárbaros se ven reducidos a extrema necesidad, a porfía, en medio de un festín, se dieron la muerte con el fuego, la espada y el veneno que allí acostumbran a extraer de los tejos. Así la mayor parte se libró de la cautividad, que a una gente hasta entonces indómita parecía más intolerable que la muerte ..."
Lucio Anneo Floro(historiador romano)
Belmonte de Miranda. Asturias
31 diciembre 2016
Como ya dije antes, parece existir una necesidad de buscar un pasado, una identidad. Hay diversas teorías sobre la ubicación geográfica exacta del Monte Medulio, en cualquier caso, no debemos olvidar que todos, galaicos, astures o cántabros, todos estuvieron alli, jugando un papel importante dentro de la historia, defendiendo algo más que una franja territorial, defendiendo una identidad, un tipo de vida, una raza común, la de los bravos pueblos del norte.
Algunos historiadores lo sitúan:
En Asturias: Picu Cervera, (Monte Meduales) Belmonte de Miranda
En León: Sierra de la Lastra (entre el Bierzo y Ourense) o en la Sierra de los Ancares (entre el Bierzo y Lugo)
En Galicia: cerca del río "Minio", ("Minio flumini inminenten"), citando como posibles ubicaciones al Monte Medelo (Arrabaldo-Ourense), Cabeza de Meda (Baixa Limia-Ourense), Montes Aloia (Tui-Pontevedra), Santa Tegra (La Guardia-Pontevedra), Sierra del Caurel (Lugo)
En Cantabria: Sierra de Peña Sagra o en Sierra del Escudo de Cabuérniga
En Palencia: Monte de los Cintos (Becerril del Carpio)
Sierra de Peña Sagra. Cantabria
17 agosto 2017
"Minio flumini inminenten"
Si bien, la interpretación de esta frase llevó a varios historiadores a situar la batalla del Monte Medulio a orillas del río Miño, en 1082, el jesuita Eutimio Martino, en su obra "Roma contra Cántabros y Astures", nos da otra interpretación del topónimo "Minio". no encontrando muy coherente el salto de una guerra que se desarrolla en Cantabria a tierras gallegas.
El autor se basa en la afirmación de que el nombre original del río Deva (en Cantabria) era "Minius", señala además un punto colindante al Deva, llamado Rumenes (actualmente en la demarcación de Asturias) que considera una contracción de "Rius Minius". Nace además, este río, en la Peña Remoña (antes Remoño, topónimo que lo acercaría al término ("río Miño")